Las colecciones que se presentaron en la segunda versión de Runway Fashion Design en la región de Tarapacá se crearon en base a las piezas en desuso que los diseñadores rescataron del mayor vertedero textil del mundo, ubicado en pleno desierto de Atacama. La organización del evento -liderada por Johana Fernandez y apoyada por Corfo y empresas de la zona- buscaba con ello llamar la atención del mundo de la moda hacia una producción circular, sostenible y local.

La dupla compuesta por la diseñadora chilena Fabiola Aillón y las artesanas aymara Laura Chamaca, Geraldin Mamani y Nilda Vilca, fue la propuesta vencedora entre las 10 colecciones que se presentaron el pasado 12 de abril en la pasarela que se ubicó en la playa Cavancha de Iquique. Ellas son los rostros detrás de la marca ganadora Warmi Pacha, y quienes rescataron 42 kilos de telas en el desierto, principalmente géneros de jeans que luego combinaron con lana de alpaca para confeccionar las piezas de su colección. Esta original propuesta es la que -una semana después- presentaron en la Andes Fashion Week en Santiago de Chile.

En la Tarapacá RFD 2024 desfilaron otras duplas, entre las que destacaron: Pachamama, La calle que calla, El quinto elemento, Tirana, Ancestras, Cosechando Flores, Rompiendo Cadenas, Amaranta, Etnias y Atacama. Durante meses estuvieron explorando nuevas formas de hacer moda de primer nivel desde una perspectiva más consciente y sostenible con el medio ambiente.

Hasta el norte del país llegaron celebridades del mundo de la moda a nivel internacional, como la diseñadora española Ágatha Ruiz de la Prada, el diseñador español Juan Carlos Mesa, CEO de la marca de alta moda Maison Mesa, y el periodista y estilista también español, Jesús Reyes. El trío de especialistas se unió a los diseñadores chilenos Lupe Gajardo y Cristóbal Miranda, socios de Moda Chile, para ser parte del jurado de RFD Tarapacá Circular y Sostenible 2024.

“Hay muchísimo talento en la zona y todo ese trabajo es fruto de una habilidad que se desarrolla de manera autodidacta ya que no existe ninguna institución académica que imparta la carrera de diseño en la zona, hace falta profesionalizar y armar una institucionalidad que soporte y fomente el desarrollo local”, comenta la diseñadora y jurado, Lupe Gajardo.

Para el diseñador chileno y también miembro del jurado, Cris Miranda, “la experiencia de llevar un material en desuso, para muchas personas considerado basura, a una propuesta de diseño tan bien producida que se puede comercializar como un producto nuevo con una identidad y valores que están sumamente en boga actualmente, como lo son el upciclyng, fue realmente maravilloso y enriquecedor. Las distintas propuestas que vimos en la RFD tenían un alto nivel de calidad, unas más comerciales que otras, pero lo importante era que habían propuestas para todos los gustos”.